Diseñado y elaborado por nuestro maestro platero Brian Nava con el que participa por primera vez en el 82° Concurso Nacional de Platería el 23 de Noviembre de 2019 en la categoría de joyería.
Es un collar inspirado en la flor de Cuetlaxóchitl, la cual ha sido una parte integral de la cultura y tradición taxqueña por generaciones.
La flor de Cuetlaxóchitl es un símbolo de la riqueza cultural y natural de la región pues se cree que ésta flor nació en en las barrancas de este municipio . Taxco es famoso por su artesanía en plata, y la flor de Cuetlaxóchitl ha sido una fuente de inspiración para muchos artesanos locales, quienes la han representado en sus obras de arte y joyería.
Se utiliza la técnica tipo filigrana para crear los detalles intrincados de las flores y hojas. Se trabaja con hilos de plata delgados que se trenzan y se sueldan para formar los diseños de cada una de las piezas que forman el collar.
Se crea un diseño a partir de las partes que componen la Cuetlaxóchitl, las cuales son: hojas, brácteas y flores. Tomando en cuenta las proporciones y la disposición ergonómica de las piezas que componen el collar.
Se embuten en madera cada una de las piezas para darle volumen y movimiento al collar, posteriormente se engarzan las piedras centrales, estas piedras no solo añaden un toque de color y brillo, sino que también representan la armonía y el equilibrio.
La Cuetlaxóchitl central esta formada por seis flores y las dos laterales por tres flores cada una, las cuales están representadas mediante piedras de jade verde, jade amarillo y coral rojo. Las dos Cuetlaxóchitl que se encuentran a los costados están compuestas por seis brácteas cada una, que en conjunto representan los 12 meses del año. Estas enmarcan la Cuetlaxóchitl central, la cual está formada por once brácteas, simbolizando el mes de noviembre, mes onceavo del año en el que se celebra la Feria Nacional de la Plata.
Se incluyeron en cuatro de las brácteas (cuatro puntos cardinales) el glifo tomado del códice prehispánico usado en la representación de la fundición de metales.
Las tres Cuetlaxóchitl suman 23 brácteas, que simbolizan los 23 pares de cromosomas del ADN (responsables de la transmisión hereditaria) el cual se encuentra en la sangre, haciendo referencia a la derramada por los chontales, que de acuerdo con la leyenda dio el color actual a la flor. La leyenda narra que la Cuetlaxóchitl volverá a ser blanca cuando se pacifique el territorio donde combatieron los mexica y los chontales. La plata elemento protagonista del collar hace alusión a esta parte de la leyenda con su color natural y termina por coronar la pieza dándole por nombre "Flor de la paz".
Cada detalle del collar es una muestra de su dedicación y pasión por la joyería pues requiere habilidad técnica y paciencia.
Más que joyería, es arte.